Metodo PTL

Quiero tener suerte en la vida y me la voy a crear

La palabra suerte es una de las más utilizadas de nuestro vocabulario. No solo por los juegos de azar y apuestas que tan extendidos están sino por la población en general. Se suele usar cuando deseas a alguien que le vaya bien, le dices que deseas que la tenga. Cuando a alguien le han salido muy bien las cosas, solemos decir que ha tenido suerte. Bueno y cuando nos han ido mal solemos hablar de que hemos tenido mala suerte. Pero ¿Qué significa cuando nos repetimos “quiero tener suerte”?

Mis éxitos no dependen de mi esfuerzo

Decir esas frases otorga un poder al azar que nos libera de la responsabilidad de trabajar por el resultado. Si dependo de ella ya no necesito hacer nada, o mejor dicho, da igual lo que haga. Ese azar hará que consiga o no consiga las metas que me proponga. Determinará si al final me salen las cosas bien o mal. ¿Para qué me voy a esforzar si haga lo que haga es solo la suerte la que conseguirá que lo logre? Tomar acción y ponerme metas no tiene sentido. Solo con decir que quiero tener suerte no tengo que hacer nada mas. Me quedo a la espera de que los mecanismos de la vida y el azar trabajen.

 

Quiero tener suerte

 

Y por supuesto si las cosas no salen como yo deseaba, no fue responsabilidad mía. Tuve mala suerte. Yo estoy decidido, quiero tenerla y eso es mas que suficiente. Pero si no funciona, no fui yo el causante de los malos resultados, es que el azar me ha jugado una mala pasada. Tremenda forma de eludir responsabilidades y evitar comprometerse con el esfuerzo. Y por supuesto eso nos libera de las responsabilidades del fracaso.

Pues no, realmente no existe. Existe el azar, y eso es real, es la aleatoriedad, pero la suerte no. Hace muchos años que escuché una frase que hice mía de inmediato, y es esta:

La suerte es un cruce de caminos entre la preparación y la oportunidad

Eso significa que en la vida surgen muchas oportunidades de todo tipo pero no siempre podremos aprovecharlas. A veces pasan delante nuestra y no nos pillan preparados y se esfuman. Incluso sin enterarnos. Eso significa que la vida depende de nosotros. Depende de que cuando aparezcan esas oportunidades nos pillen con la preparación suficiente para aprovecharlas. Yo hace casi 30 años que no digo lo de quiero tener suerte. Yo digo, me tengo que preparar en tal o cual materia. Necesito formación en tal área o actividad. De esta forma yo fijo mis objetivos y me preparo para tenerla en lo que yo quiero tenerla. Las riendas de mi vida las tengo yo y no dependo de un factor exterior. Mi enfoque es claro, yo decido y no dejo que la vida me lleve por donde quiera fruto del azar.

Yo creo mi suerte

Con esta planteamiento cambia mi enfoque vital. Estoy asumiendo la responsabilidad de la dirección y el éxito, y por supuesto de todo lo que no consiga. Yo quiero tener suerte y la tendré, y si no la tengo es porque no me he preparado lo suficiente o no lo he hecho en las áreas adecuadas. Por supuesto que después necesitaré tomar acción pero acción sin preparación no da resultados.

Con las dinámicas que hacemos con el método PTL (Play, Think and Learn) tratamos de que este concepto se aprenda e internalice. Lo hacemos jugando pero en las conclusiones queda claro que es un tema muy serio. El cambio de paradigma es imprescindible para poder ponerse objetivos y entender que podemos lograrlos. Éxito y preparación son dos conceptos que están unidos. La preparación abre el camino del éxito y no hay éxito sin preparación anterior. Además hay que entender la importancia de que la preparación es una decisión. Y que el único que decide en qué se prepara cada uno, es uno mismo. Así estaremos creando la suerte que necesitamos para que el futuro sea lo que queremos que sea.

 

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