Hablemos de emprender por si es posible y si es viable. Tener un empleo con un sueldo fijo es un caramelo que nos vendieron cuando yo era niño y que parecía muy interesante como forma de vida. Aprender una profesión, encontrar una empresa que te contrate y seguir ahí toda la vida parecía seguro. Lo cierto es que ese concepto ha evolucionado de tal forma que ya no existe. Me refiero a que tener un empleo ya es tan volátil como trabajar por cuenta propia. Los empleos ya no duran, las empresas pivotan, mueren o reestructuran sus plantillas cuando nadie lo espera. Eso hace que en ningún empleo tengamos seguridad de que seguiremos teniendo ese ingreso dentro de varios años.
¿Que alternativa hay?
La alternativa es emprender, y solo con decirlo suena motivador. La palabra emprender es preciosa. Poder tener mi negocio, ser mi propio jefe, disponer de mi tiempo, y poder triunfar. Parece fantástico. Siempre suena bien, y de hecho lo es, puedo corroborarlo. No hay nada mejor que tener tu negocio con la libertad de ser tu quien decide cómo, donde y cuando hacer las labores que requiere. Mi experiencia de haberlo hecho hace décadas renunciando al único tipo de empleo fijo que existe en este país es la mejor decisión que he tomado en mi vida.
Tener tu proyecto es algo difícil de explicar. Emprender y decidir lo que harás en cada momento es incalculable el valor intrínseco que tiene. Te hace sentir y ver el mundo de otra forma. Al menos para mi y para los muchos emprendedores a los que ayudo a desarrollar sus proyectos. Y hacerlo gratis como lo hago con muchos de ellos es igualmente enriquecedor.
Emprender también tiene dificultades
Pero eso también tiene sus inconvenientes y sus riesgos. El emprendedor o empresario, aunque le vaya bien, nunca tiene la seguridad de los ingresos que habrá en los próximos seis meses. Los clientes van y vienen, no se comprometen a largo plazo y eso hace que nunca haya un compromiso seguro de facturación. Al no tenerla, emprender se convierte en un acto de supervivencia diaria, que requiere una acción comercial continua. O consigues nuevos clientes o te arriesgas a que si te fallan los actuales no tengas los ingresos que necesitas. La espada encima de nuestras cabezas como forma de vida. Y eso contando que desarrolles la disciplina para mantener el enfoque y no dejar de hacerlo cada día.
A eso hay que añadir los gastos que todo negocio requiere y que en la mayoría de los casos suelen ser importantes. La cantidad dependerá principalmente de la actividad que realices y las necesidades de infraestructura que tu negocio requiera pero existir existen. Hay una serie de gastos fijos, aparte de los costes de empleados que necesites, que serán siempre imprescindibles para poder mantener vivo tu emprendimiento.
¿Necesitas invertir?
Las inversiones que hay que hacer para iniciarlo suelen ser la primera dificultad. En la mayoría de los casos impiden siquiera arrancarlo. El motivo es evidente, o tienes el dinero o tienes que pedirlo. Las tres FFF, friends, family and fools son las mas utilizadas pero no siempre son suficientes. Ahí entra la fase de recorrer los bancos o buscar inversores y en ambos casos nos van a pedir cosas que no siempre estamos en disposición de poder darles. Los bancos pedirán avales y los inversores un porcentaje de tu negocio. Bueno, un porcentaje y un plan detallado de como van a recuperar lo invertido y ganar dinero con ello. También pedirán que les demuestres que tu has invertido en el proyecto para ver tu compromiso con el mismo. Suena raro que pidas que otros inviertan si no lo has hecho ni tu.
Esos frenos e impedimentos hacen que muchas personas con ganas de emprender no lleguen a poder ponerse por su cuenta. El sistema no da facilidades, y creo que las subvenciones no son la mejor ayuda para hacerlo. Al menos en mi opinión. En ese punto se empieza a perder toda la magia de la palabra emprender. Ahí empezamos a ver dificultades en algunos casos insalvables o de difícil resolución. Sin dinero no puedo desarrollar el proyecto que tengo en mente. Lo he escuchado docenas de veces. Lo peor es que en la mayoría de los casos es completamente verdad.
No todos los emprendimientos requieren inversión
Digo que en la mayoría de los casos porque no siempre se cumple esa regla. De hecho yo he emprendido varios proyectos sin tener que invertir. Cuando hablo de proyectos sin invertir me refiero a hacerlo por menos de 300 euros. Al menos pude arrancar toda la primera fase por menos de ese dinero. No solo una vez sino varias.
La cuestión es responder a la pregunta. ¿tu quieres emprender por lo que esa palabra lleva implícito de libertad y hacer sueños realidad? ¿o lo que quieres es emprender en el proyecto que tienes en la cabeza y solo en ese? Esas preguntas son importantes. Si lo que te motiva a emprender es tu idea de negocio y solo esa, es difícil que resuelvas las dificultades de las que hablamos. Me refiero a que si el proyecto requiere inversiones de capital y no lo tienes ni puedes conseguirlo, pues está complicado arrancar.
Emprender es ser libre
Sin embargo, si lo que quieres es emprender como tal, y lo que te motiva e impulsa son esas cosas que yo definía al principio, la cosa cambia. Me refiero a la libertad de no tener jefes, la libertad de horarios, la responsabilidad de poder desarrollar las decisiones. Si eso es lo que te impulsa, hay proyectos que te permitirán conseguirlo. Igual no es el sector o actividad que mas te ilusionaba cuando trabajabas para otro o estabas buscando empleo. Eso no es lo importante.
Tampoco creo que te motive el 100% lo que tu jefe te manda hacer cada día. Seguro que lo cumplir horarios rígidos o turnos no es precisamente alentador. Tener solo 30 días de vacaciones y que en muchos casos no decidas tu cuando tomarlas tampoco genera entusiasmo. Y sin embargo lo hacías porque el sueldo motivaba lo suficiente para aceptarlo. Todos es cuestión de prioridades y tener claros los objetivos por los que lo hacemos.
Las responsabilidades de emprender
Emprender significa ser tu propio jefe y eso lleva implícito perder los horarios rígidos pero también invertir muchas mas horas. Significa no tener quien te de órdenes pero asumir la responsabilidad de tomarlas. Lleva la libertad de decidir si cada día quieres trabajar o tomártelo libre sin dar explicaciones pero incluye ser consecuente con tu decisión. Emprender es una forma de ser libre siempre que el negocio que decidas escoger te lo permita. De lo contrario podrás ser esclavo de tu proyecto si te requiere 24 horas al día al frente del mismo.
Busco emprendedores que estén dispuestos a aprender
En mi caso el proyecto que puse en marcha y que me liberó del empleo me permitía libertad completa. Puso en mi mano la responsabilidad de asumir un esfuerzo extra sin abandonar mi trabajo hasta que tuve suficiente éxito para poder renunciar al mismo. Me dio la oportunidad de arrancar un tren muy potente que solo dependiera de mis sueños y mi compromiso con ellos para hacerlo funcionar. Me obligaba a aprender algo que era extraño para mi, incluso que no me gustaba pero a cambio de poder darme las herramientas de ser libre. Y acepté. Y me funcionó.
Hoy me dedico a ayudar a otros a que lo consigan como yo. eso es emocionante, Poder ayudar a espíritus emprendedores a que se encaminen hacia sus sueños y dependan solo de su esfuerzo es fantástico. Crear equipos de luchadores a los que ayudar, enseñar y acompañar hasta que triunfen da unas recompensas difíciles de describir. Sigo buscando soñadores, personas que no se conformen con lo que hacen y lo que obtienen. Busco personas que sienten que son capaces de hacer algo mas, que ven como su esfuerzo no se les reconoce y quieren luchar por lo suyo. Somos muchos los que desde dentro sabemos que hemos venido a este mundo para ser libres y dar lo mejor. A esos es a los que quiero cerca.
¿Y tú? ¿En que parte del mundo quieres estar?
3 comentarios en “Emprender como forma de ser libre”