El mundo interior mejora gracias a que #YoSoyNetworking

Tenemos el hábito de relacionarnos con miles de seres a diario porque esa es la dinámica en la que estamos inmersos y la que hemos vivido desde niños, cada uno en un tipo de cultura dependiendo de la zona del mundo en la que le tocó nacer, pero al fin y al cabo hacemos lo mismo, vivimos interactuando con personas, mas o menos parecidas a nosotros y que repiten nuestros mismos patrones de comportamiento en un elevado porcentaje de veces.

Pero ¿por qué lo hacemos? La respuesta es simple, empezando porque somos seres relacionales y necesitamos vivir con otros seres iguales como nosotros, y terminando porque hemos creado una sociedad en la que para sobrevivir es imprescindible hacerlo cada día.

La mayoría de las personas solemos sentirnos únicos, diferentes, especiales, con capacidades y talentos que no tienen los demás, al menos no como los nuestros, y es cierto, lo somos. Lo importante es lo que no nos paramos a pensar, y es que los demás también lo son. Cuando reflexionamos nos hacemos muchas preguntas para las que no encontramos respuestas, detectamos necesidades que nos gustaría cubrir y  reconocemos carencias en nuestro interior que no sabemos como resolver o mitigar.

Lo mágico es que todos esos seres con los que nos relacionamos tienen la misma situación, pero que algunos de ellos tienen esas respuestas que buscamos y nosotros las que ellos buscan, otros tienen talentos que compensan nuestras carencias y nosotros tenemos los que podrían equilibrar las suyas. Pero la dinámica, la vorágine con que vivimos nos impiden compartir y enseñar esos huecos que sabemos dentro nuestro y nos pensamos que al hacerlo seremos vulnerables y por tanto podremos sufrir daños. Nada de eso, hay que relacionarse de forma abierta, hacer Networking de forma sincera, tratando de encontrar como aportar valor a los demás, de buscar en que podemos ayudar a mejorar la vida de los otros.

Si hacemos eso como hábito diario, podremos cambiar muchas vidas, dar solución a muchas inquietudes de quienes nos rodean y hacer que sus vidas sean mejores gracias a lo que les hemos aportado, mucho o poco, pero algo adicional que nosotros teníamos y hemos compartido. Y cuando eso ocurre como hábito, de pronto descubrimos que los demás hacen lo mismo con nosotros y nuestra vida también mejora por todo lo que ellos nos aportan desinteresadamente. No se trata solo de hacer networking sino de ir un paso más allá e interiorizar ese networking sabiendo que todos somos networking y que si vivo así, podré mirarme al espejo y decirme #YoSoyNetworking y he ayudado a miles a crecer o sentirse mejor. Y eso es fantástico 🙂