A todos cuando nos relacionamos con los demás nos gusta encontrar personas que desprenden energía positiva, que hablan de proyectos, que se siente felices, porque eso es contagioso, igual que sus contrarios. Lo sabemos porque todos hemos experimentado a esas personas que cuando están cerca llevan un ambiente depresivo y negativo a su alrededor que parece como que te roban la energía y otras con las que da gusto estar y compartir. ¿Tú a quien prefieres tener cerca? Evidentemente a los positivos, ya que cuando nos alejamos de ellos siempre estamos en mejor disposición que con los segundos.
Pero hay muchas veces que nos cruzamos con personas con las que apenas podemos cruzar mas palabras que un saludo o un buenos días, y ahí es donde os recomiendo hacer algo que es diferencial total. Si te fijas, la mayoría de las personas en esos momentos que digo apenas hacen un gesto con la cabeza, emiten un sonido indescifrable o como mucho, un hola o buenos días. Nada más, con la rapidez de quien quiere terminar el saludo antes de empezarlo y en la mayoría de los casos por obligación de la educación social que les hace sentirse obligados a llevarlo a cabo.
Pues neguémonos a participar en ese juego, boicoteemos esa dinámica y sonriamos. pongamos esa sonrisa que transmite “Cuanto me alegro de verte”, Da igual si nunca hemos visto a esa persona antes, si es el vecino que no nos cae nada bien, o el compañero arisco que siempre se queja de todo, Sonriamos, sonriamos y volvamos a sonreír. Como si tuviéramos que gastar con urgencia todas las sonrisas que nos quedan.
La sonrisa es contagiosa, es emocional, es energía positiva condensada. No requiere palabras para transmitir sentimientos, pero si lo completamos con un saludo habremos cerrado el círculo perfecto.
Sonriamos, contagiemos el mundo de sonrisas como si fueran gratis, como un virus imparable que obligue al otro a sentirse bien, y que en muchos casos generará una nueva sonrisa por la otra persona, y en el peor de los casos habremos impactado positivamente en ella y muy probablemente hayamos hecho que su día sea un poquito mejor. El networking es un arte enriquecedor pero con una sonrisa abriendo las vidas delos demás se convierte en algo de dimensiones superiores, y esa es una parte importante de cuando damos el paso para vivirlo y decir #YoSoyNetworking
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