Dentro de cada uno de nosotros hay miles de facetas diferentes, desde el entusiasmo, calma, rabia, esperanza, hasta las que generan sonrisas, alegría, impotencia, o amor. Como digo siempre, somos seres poliédricos y todas esas aristas separan muchas áreas de nuestra personalidad que nos enriquecen, tanto las buenas como las menos buenas, ya que unas nos insuflan energía, otras nos hacen pensar y otras nos descargan de frustraciones o impaciencias, en definitiva todas ellas nos conforman y todas ellas somos nosotros.
Lo que nadie nos enseña es que nosotros tenemos los mandos de la nave para decidir qué cara del poliedro es la que activamos en cada momento. En mi opinión, el mayor descubrimiento de la humanidad en toda su historia evolutiva no ha sido ni el fuego ni la rueda sino darse cuenta que los pensamientos dependen de uno mismo, que yo elijo pensar lo que quiero y por tanto decido en consecuencia los sentimientos que tendré. Eso lleva a a que mis interacciones con los demás estarán mediatizadas por la actitud que haya decidido tener. Es una consecuencia de una decisión, sin embargo vivimos en modo reactivo y no proactivo, y nos comportamos en función de lo que ocurre en nuestro exterior y no lo que decidimos en nuestro interior, y eso evidentemente hace que los resultados nunca sean los mismos.
Nuestra mente es como una radio con infinitos canales de música, podemos poner canciones lánguidas que nos hagan sentir melancolía y tristeza, canciones de rabia y protesta, de recriminación que nos hagan enfurecer o podemos poner música energizante que nos empodere, canciones que hablen de proyectos, sueños, alegría y entusiasmo. Depende solo de nosotros. No voy a negar que soy el primero que cuando ocurren determinados sucesos a mi alrededor cambio automáticamente de emisora y sale la que lanza letras de rabia, furia y cabreo, es normal, soy humano y hay cosas que no me gustan, me molestan o enfurecen, pero la clave no está en que esas emisoras existan o se sintonicen en un momento determinado sino en que sepamos cambiar de canal lo antes posible y volver a dominar el sentimiento y la sensación. Las emociones son algo que sentimos, nosotros no somos lo que sentimos, es algo externo al eje central de nuestra personalidad y podemos dominarlas.
Cuando empezamos a tener control sobre esas emociones y sintonizamos la música que saca lo mejor de nosotros, las relaciones que vivimos a diario mejoran drásticamente porque esa energía, ese entusiasmo se contagia y genera una atracción que consigue que las islas voladoras sean mas proclives a permitir tender puentes. O dime tú qué prefieres ¿estar la mayoría de tu tiempo con personas positivas o negativas? ¿con personas tristes o alegres? ¿con personas que están siempre enfadadas, tristes o deprimidas o con las que hablan de sueños, de éxitos por los que luchar, que son alegres y llenas de ilusión y energía? Pues a los demás les pasa lo mismo, así que sintoniza la cadena que te haga mas feliz, y que se lo haga a los demás que te rodean, eso también es parte del Networking, y de esta forma tu sacarás lo mejor de ti y podrás dar lo mejor a la vida. ¿Que has decidido sintonizar hoy?